Dia espléndido para hacer locuras. La salida en bici está programada a las 8 de la mañana. Tomamos la salida para hacer el recorrido completo unas 15 personas. Ya desde el principio cada uno intenta subir a un ritmo alto, pues hacer menos de 2 horas en el primer recorrido no es fácil. Por tanto, la subida se hace prácticamente en solitario, disfrutando del paisaje, olores y multitud de insectos que pretenden colarse debajo de las gafas, por la nariz o por la boca. Los últimos 5 km de tierra son particularmente duros, pues los coches que pasan (muchos, pues es sábado) levantan una polvareda enorme que te la comes entera. Yo subo en una posición media-trasera, y llego al Santuario en una hora y 52 minutos, casi 20 minutos menos que la última vez que subí hace dos años (ver archivo de este blog). Me cambio de zapatillas, bebo agua e inicio la subida a pie 6 minutos después.
El ascenso se hace muy duro, pues las piernas flaquean, pese a lo cual subo a buen ritmo, aunque los repechos de la pala me matan. Llego al collado en una hora justa, y tras el cresteo llego a la cima 12 minutos después. Es la subida más rápida al Moncayo en toda mi vida. Además, es la primera vez que no hace viento en la cima, con lo que se está de maravilla. Nos hacemos foto de grupo. En total, desde Veruela he tardado 3 horas y 10 minutos en alcanzar la cima. El descenso se hace tranquilo.
Actividad muy bien organizada, con avituallamiento y servicio de guarda de bicis en el Santuario. Tras el descenso, ducha y comida en las piscinas de Vera de Moncayo. Marmitaco receta José Ignacio Madoz y sus pinches acompañado de sus correspondientes jarras de cerveza helada. Muchas gracias a los que han dedicado su tiempo para que todo saliera bien.
Cartel
Pala
Cresta
Cima
