Se inicia el recorriso a una altitud de 1150 m. Al prncipio apenas hay pendiente, pero a partir del km 2 se inician las rampas, que se hacen especialmente empinadas a partir del km 4. Del km 4 al 5,5 son especialmente duras, superiores al 10%, además la pista es de grava muy uelta, lo que complica la progresión. Tras un breve llano se siguen subiendo rampas del 8-10%. En el km 8 finaliza el bosque y el recorrido transcurre por prados de alta montaña. En el km 9 el desnivel salvado es ya de casi 650 m, lo que da idea de las pendientes superadas teniendo en cuenta que los 2 primeros km apenas tienen desnivel. En el km 11,5 las pendientes se moderan, y en el km 16 se alcanza la máxima altura, 2150 m, con lo que en ese momento se han salvado 1000 m de desnivel. Desde ahí hasta el refugio (a 2000 m de altura) se desciende durante 2,5 km.
Subiendo en plan exploración, me cuesta llegar al refugio 2 horas y 16 minutos. Se puede hacer en menos tiempo, aunque es duro. Son 18,5 km y las piernas se van cargando poco a poco. El descenso, como es de suponer, te machaca el tren anterior. En total, ida y vuelta, se salva un desnivel acumulado de 2300 m en un recorrido de 37 km. Lo mejor, las vistas, espectaculares hacia Bisaurín, Llena de la Garganta y del Bozo y Aspe, y hacia Collarada una vez llegas al refugio. Además, existen combinaciones del recorrido, de manera que por ejemplo a mitad de camino se puede tomar un descenso hacia Aisa y llegar al final de la pista que da acceso al Valle de Aisa.
Pista por la Sierra Las Blancas
Bisaurín, Llena del Bozo, Llena de la Garganta y Aspe desde la pista
Vista de Aspe, Lecherín y Mallos desde el refugio
Refugio y Collarada
